En diálogo con "Pasen y Vean", programa que se transmite de 9 a 13 horas por LU9 Mar del Plata, charlamos con Cristian Blasina, referente de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores, respecto a la crítica situación del sector y el rol del Estado en los sistemas de reciclado.

Blasina confirmó que la actividad atraviesa un momento delicado, marcado por la caída del precio del cartón, el aumento de costos y la falta de regulación estatal. Según explicó, la apertura de importaciones "ha generado un descalabro económico a lo largo y ancho del país", con consecuencias directas para los recicladores.
"El cartón se vendía a 300 o 350 pesos y hoy lo están pagando entre 80 y 100", detalló.

Un sistema sin regulación y con trabajadores sin derechos

El referente recordó que desde 2005 la federación impulsa la inclusión formal de recicladores en los municipios. Señaló que, en aquellos distritos donde lograron organizarse, se propone implementar sistemas Girsu que reconozcan el reciclado como un servicio público.

"Lo que se plantea es armar sistemas de reciclado que incluyan a los recicladores con derechos laborales", explicó. Entre los puntos básicos mencionó monotributo social, obra social, seguro, ropa y herramientas de trabajo. También destacó la necesidad de que los municipios dispongan de camiones y plantas adecuadas para mejorar la logística y evitar que los trabajadores recorran cientos de cuadras cargando grandes cantidades de material.

"Históricamente han trabajado invisibilizados y sin ningún tipo de derecho. Con el acompañamiento del Estado podrían recolectar cuatro o cinco veces más", aseguró.

Separación en origen y desconfianza vecinal

Consultado sobre la conducta de los vecinos respecto de la separación de residuos, Blasina afirmó que la participación ciudadana depende de la credibilidad del sistema. "Cuando se explica que lo que separan realmente va a las plantas, la gente acompaña", señaló.

Sin embargo, advirtió que en Mar del Plata esa confianza se debilitó: "La empresa pone imágenes que dicen qué día sacar los reciclables, pero después mezcla todo. Ahí la gente empieza a desconfiar y deja de separar".

Para el dirigente, la clave está en reforzar la presencia del Estado y comunicar con claridad que la ciudad cuenta con plantas de reciclado activas y cooperativas esperando ese material. "No hay una sola publicidad que lo informe", cuestionó.

El pedido al municipio

Blasina remarcó que muchas plantas están en riesgo por falta de apoyo estatal y llamó a reactivar el vínculo con las cooperativas locales: "Después de 20 años de pelea, se necesita que el Estado municipal se reúna con nosotros y podamos brindar el servicio que la ciudad se merece".

Antes de despedirse, subrayó que el objetivo es evitar que la ciudad "se transforme en un basural" y consolidar un sistema que garantice tanto la sustentabilidad ambiental como la dignidad laboral de quienes trabajan en la recuperación de materiales.