Lence expresó contundentemente que "la educación no es un gasto, es una inversión", destacando que, a pesar de los desafíos económicos, es crucial no detener las obras en las escuelas debido al colapso del sistema público. Enfatizó que "de qué sirve ajustarme el cinturón por un año sino priorizamos la educación", instando a considerar las instituciones educativas como parte esencial del "capital humano".

La presidenta del Consejo Escolar resaltó la realidad crítica del sistema público, que viene enfrentando desafíos y falencias durante años, incluyendo escuelas superpobladas. "Todo es poco, nunca alcanza", indicó, subrayando la necesidad de una inversión constante para abordar los problemas estructurales.

Lence también compartió que uno de los desafíos centrales de su gestión será garantizar que las escuelas reciban presupuesto y se mantenga la inversión en infraestructura. Destacó la importancia de construir puentes con los demás consejeros y reconoció la magnitud del trabajo que implica gestionar en uno de los distritos más grandes con numerosas falencias acumuladas a lo largo de los años.

La funcionaria alertó sobre la gravedad de la situación educativa y advirtió que, si no se toman medidas y no se prioriza la educación, se podría experimentar una caída de alumnos del sistema privado al sistema público, generando más presión sobre una infraestructura que ya está colapsada. En este contexto, Mónica Lence reafirmó su compromiso de defender la inversión permanente en educación y abogó por políticas que consideren a las escuelas como elementos fundamentales en el desarrollo social y económico del distrito.