Fortunato destacó que tanto la pesca marplatense como la nacional están estrictamente reguladas por leyes y resoluciones que establecen derechos de extracción y el cumplimiento de diversas obligaciones fiscales. "En la pesca no pescamos gratis, estamos regulados por derechos únicos de extracción y aportamos a través de tasas, servicios e impuestos en todos los niveles de gobierno", explicó.

La gerente también detalló que el sector enfrenta una carga impositiva significativa, ya que "alrededor del 45% del costo de un kilo de merluza entera en muelle se destina a impuestos". Asimismo, subrayó que la pesca argentina opera bajo principios de sustentabilidad y responsabilidad, adaptándose a la estacionalidad de las especies y a las necesidades del mercado para mantener el empleo.

En relación con los permisos de pesca, Fortunato puntualizó que "todo buque pesquero debe contar con un permiso", y advirtió que las cuotas individuales transferibles de captura para varias especies clave, como la merluza Hubssi y el langostino, vencerán el 31 de diciembre. Según Fortunato, cualquier alteración en la renovación de estas cuotas podría desestabilizar toda la industria pesquera, lo que llevaría a la destrucción del sector tal como se conoce.

Las declaraciones del ministro Sturzenegger, que sugieren que los permisos de pesca no generan ingresos para el Estado, fueron rechazadas por Fortunato, quien insistió en que la pesca es una actividad altamente regulada y gravada. "Si no se renuevan las cuotas en las mismas condiciones, podríamos perder la industria pesquera argentina", concluyó.