Desconocidos perpetraron el robo durante la noche, cortando el cable de conexión entre la subestación transformadora y el banco de sangre ubicado en Estado de Israel 3698. Este acto vandálico ha dejado al nosocomio sin energía eléctrica, poniendo en riesgo las actividades vitales que se realizan en el centro de hemoterapia.

El personal de guardia de la distribuidora de energía, EDEA, respondió al reclamo por la falta de suministro y al llegar al lugar constató el robo del cable de alimentación, el segundo incidente de este tipo registrado en los últimos meses en el hospital. Anteriormente, los delincuentes intentaron cortar un cable de media tensión, generando un cortocircuito que los obligó a retirarse.

Este no es un incidente aislado, sino parte de una tendencia preocupante de robos de transformadores, cables y otros elementos de las instalaciones eléctricas de EDEA durante los meses de verano. Se han contabilizado 13 transformadores dañados y 5.000 metros de cable sustraídos en esta ola de vandalismo.

Los directivos de EDEA han informado a las autoridades policiales sobre estos hechos y solicitan colaboración para evitar futuros robos, que no solo causan interrupciones en el suministro eléctrico, sino que también representan un peligro para la vida de quienes los llevan a cabo y para la comunidad en general.