Durante los últimos cinco meses, se han reportado 147 casos de robo de caballos, una cifra alarmante que ha generado un profundo malestar entre los propietarios de estos animales. Según los afectados, los robos se están produciendo en toda la periferia de la ciudad, incluso sacándolos directamente de los corrales.

La preocupación va más allá del simple robo de los caballos, ya que se sospecha que la carne de estos animales podría estar siendo comercializada en carnicerías locales. Aunque no pueden confirmarlo, los propietarios creen que la cantidad de carne disponible sugiere que está siendo destinada a la venta al público en establecimientos de la ciudad.

Aníbal Irungaray, uno de los organizadores de la protesta, compartió en una entrevista con LU9 los detalles de esta preocupante situación, haciendo un llamado a la justicia para que tome medidas inmediatas para detener esta actividad ilícita y proteger los intereses de los propietarios de caballos en la región.