En diálogo con "Pasen y Vean", programa que se transmite de 9 a 13 horas por LU9 Mar del Plata, charlamos con Jorge, taxista con 30 años de experiencia, respecto a la convivencia conflictiva entre el taxi tradicional y las aplicaciones de transporte.

Desde la esquina de Luro y España, Jorge describió un escenario complejo para quienes siguen apostando al taxi en la ciudad. "Bajó mucho el trabajo y hay una competencia desleal", afirmó, al tiempo que enumeró los costos que hoy enfrenta un chofer habilitado: mantenimiento, seguros, inspecciones y habilitaciones.

Según explicó, el reclamo del sector no apunta a eliminar a las aplicaciones, sino a que exista igualdad de condiciones. "No estamos en contra de ellos. Queremos que los legalicen, que tributen como nosotros, que tengan seguro para pasajeros, carnet profesional e inspección anual", señaló, remarcando que esas exigencias son las que hoy no cumplen quienes trabajan por fuera del sistema.

Costos en alza y rentabilidad ajustada

Jorge detalló que sostener un taxi se volvió cada vez más difícil. "Un cambio de aceite está entre 70 y 80 mil pesos, una mano de obra no baja de 80 o 100 mil", indicó, y agregó que las cubiertas y los repuestos también impactan fuerte en los números diarios. En ese contexto, la recaudación es inestable y depende mucho de la jornada.

Además, sostuvo que la actividad nocturna es la más afectada. "De noche se fueron muchos choferes porque no hay trabajo", dijo, y explicó que tras la pandemia muchos optaron por reinventarse en otras actividades.

Menos viajes y pasajeros con menos poder adquisitivo

El taxista también reconoció el impacto de la situación económica en los usuarios. "Hay que tener cierta cantidad de plata para tomarse un taxi, y si el viaje es largo, más todavía", expresó, mostrando comprensión hacia los pasajeros que ya no pueden usar el servicio de manera cotidiana.

Si bien destacó que el último aumento de tarifa permitió sostener la cantidad de viajes, aclaró que no alcanza para revertir el panorama general. "La gente toma los aumentos como algo normal porque aumenta todo", resumió.

Falta de controles y llegada del verano

De cara a la temporada estival, Jorge manifestó su preocupación por la llegada de vehículos de otras ciudades que trabajan con aplicaciones. "Hay unos 60 taxis y remises anotados que trabajan para apps", advirtió, y cuestionó la falta de intervención del Municipio. "La municipalidad no se preocupa en combatir esto", afirmó, al recordar que en gestiones anteriores sí hubo intentos de regulación.

El testimonio refleja la realidad de muchos trabajadores del volante en Mar del Plata, que siguen "remándola" en un contexto de altos costos, menor demanda y reglas de juego desiguales. Una postal cotidiana de quienes, como Jorge, esperan pasajeros en esquinas históricas de la ciudad, sosteniendo una actividad que lucha por no desaparecer.