El modus operandi es sencillo pero efectivo: durante la noche, uno de los delincuentes detiene un taxi en algún punto de la ciudad y pide ser llevado hasta la calle La Cigüeña al 2600. En esta área, varias calles, como la mencionada, terminan en un callejón sin salida al cruzar la intersección con Mosconi.

Una vez en el destino, el pasajero solicita que el conductor lo espere un momento, momento en el cual comienza el violento asalto: el falso pasajero y su cómplice, que aguardaba oculto en el lugar, atacan al conductor sorpresivamente, lo golpean y lo amenazan para que entregue todo el dinero y sus pertenencias.

Tras consumar el robo, los delincuentes huyen del lugar, llevándose las llaves del taxi para evitar ser seguidos. Los vecinos están angustiados por esta situación y temen por su seguridad en una zona que consideran cada vez más peligrosa.

Una residente del área comentó: "Mi vecino escuchó gritos y corrió tras los ladrones, pero no pudo alcanzarlos. El taxista estaba muy asustado; nos dijo que nunca aceptaba viajes a esta zona porque es peligrosa. Ahora ha alertado a sus compañeros para que no recojan pasajeros que quieran ir a este sector. La calle La Cigüeña es sin salida, por eso los llevan allí. Vivimos en esa cuadra, pero sinceramente tenemos miedo porque la situación se ha vuelto terrible. Estamos cansados de ser víctimas de robos".

Los vecinos exigen medidas urgentes para combatir la inseguridad en la zona y proteger sus vidas y propiedades.