Según APYME, este método no ha funcionado previamente y el problema radica en los altos costos locales, no en el margen de las empresas fabricantes. La entidad señala que la importación de productos terminados y la financiación de grandes marcas perjudican a la industria local y al empleo, aspectos que no parecen ser prioridad para el Gobierno en el actual modelo económico.

Además, APYME llama la atención sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) desregulador, que deroga leyes de protección del consumo, competencia, góndolas y compras a Pymes. Consideran que estas políticas son perjudiciales para las Pymes, el empleo y el desarrollo nacional, y enfatizan en la importancia de defender la industria local y el trabajo argentino.

En otro orden de preocupaciones, Gustavo Casciotti, presidente de APYME, expresó su inquietud por el aumento de tarifas de luz y gas, destacando el impacto negativo que esto genera en las pequeñas y medianas empresas. Esta preocupación se suma al rechazo del programa Cuota Simple, evidenciando las múltiples tensiones y desafíos que enfrenta el sector empresarial en la actualidad.