Ciencia y ambiente
20 de septiembre de 2021
"Lo ideal es que muchas decisiones sean tomadas por los
niveles guía pero hay una cuota política y económica en las decisiones,
entonces hay procesos que no son fáciles para aplicar del conocimiento al
manejo", indicó en diálogo con LU9 la investigadora Mirta Menone, quien junto
al investigador Gastón Iturburu, ambos miembros del IIMyC, CONICET-UNMDP, forma
parte del grupo de autores de una serie de artículos en materia de protección
de la biodiversidad a partir de niveles guía de contaminantes en agua, que son
utilizados por el Estado argentino para el establecimiento de valores guía que
permiten a las provincias aplicar de acuerdo a las necesidades y situaciones
sobre los contaminantes en ríos, lagunas y arroyos.
Ambos investigadores locales, participan en el grupo de
trabajo Calidad del Agua y Niveles Guía para la Protección de la Biodiversidad
Acuática, de la Red de evaluación y
Monitoreo de Ecosistemas Acuáticos (REM.AQUA-CONICET), iniciativa que surge en
el marco de una Red Institucional Orientada a la Solución de Problemas (RIOSP)
del CONICET, que fue creada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible de la Nación (MAyDS) quien solicitó asesoramiento al CONICET sobre
la problemática.
"Esta vez hicimos un asesoramiento al Gobierno, salimos
de lo científico de la investigación a lo público para interactuar con los
sectores que tienen que establecer cuánto puede haber en el agua de un compuesto
que no represente un riesgo para los ecosistemas acuáticos. Establecemos los
niveles que Nación luego recomienda a las provincias para mantener una calidad
de biodiversidad", explicó.
Menone coordina uno de los cuatro equipos del Conicet a
nivel nacional armados en torno a esta temática, en el cual se toma información
de Argentina y del mundo para establecer un método para ver los valores
recomendados por encima de los cuales habría contaminación: "No es un trabajo
muy común, se ve mucho en el hemisferio norte pero ha cobrado mayor importancia
en el país y esperamos poder seguir saliendo del laboratorio y aplicar nuestros
conocimientos a las tomas de decisiones".
No sólo se estudian los agroquímicos presentes en los
espejos de agua, sino todo tipo de contaminantes. Pero, particularmente sobre
los primeros "hicimos un trabajo donde mostramos índices de riesgo ecológico y
hay algunos puntos que podríamos decir que representan más riesgos, pero en
términos generales el semáforo nos da entre verde y amarillo en la Provincia de
Buenos Aires"
En nuestra región "la presencia de agroquímicos se da
porque es un área de agricultura y ganadería y todos los productos que se
utilizan llegan a tener un impacto en los ecosistemas aledaños. Respecto a
otros lugares del mundo no son concentraciones alarmantes pero pueden generar
efectos que sacan de la normalidad a los organismos que viven en los lagos, pueden
disparar enfermedades y demás".
El objetivo de estas recomendaciones es lograr "una producción
con mirada más ambientalista y no tan productivista, con más consciencia". Sin
embargo, opina personalmente que "ordenanzas hay muchas" para poder seguir ese
camino aunque "falta control para que esos contaminantes no lleguen al organismo
humano. Entran en juego factores políticos y económicos que distan de lo
científico. Desde la ciencia podemos brindar asesoramiento y opinión pero no
siempre la solución final porque hay otros actores que toman las decisiones, no
solo en Argentina sino en el mundo".
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25/04/2024