En diálogo con "Pasen y Vean", programa que se transmite de 9 a 13 horas por LU9 Radio Mar del Plata, charlamos con Gustavo Arcuria, presidente de la sociedad de fomento del barrio Libertad, respecto al estado general del barrio y las dificultades para su mantenimiento.

Libertad es uno de los barrios más grandes de Mar del Plata: cuenta con más de 50.000 habitantes y 288 manzanas. Sin embargo, la magnitud del territorio contrasta con la escasez de recursos para atender problemas cotidianos como el estado de las calles, la iluminación, la basura y el mantenimiento de plazas.

Uno de los puntos más críticos es la proliferación de microbasurales. Arcuria reconoció que se trata de una problemática compleja y compartida. "Hay culpabilidad de ambos, tanto del municipio como del vecino", sostuvo, al explicar que muchas veces se limpian los sectores y al día siguiente vuelven a aparecer residuos. Aun así, reclamó medidas concretas como la instalación de cámaras y controles permanentes.

La falta de apoyo municipal también golpea de lleno a la sociedad de fomento. "Estoy sin convenio", advirtió el presidente, y explicó que los fondos, cuando llegan, resultan insuficientes. "Te dan 500 y pico mil pesos y el barrio tiene dos plazas muy grandes. No alcanza", afirmó. En ese contexto, contó que él mismo debe manejar el tractor para cortar el pasto y hacerse cargo de eventuales roturas.

El panorama se agrava con problemas administrativos. "Me voltearon el CUIT de la sociedad de fomento y me dejan sin trabajar, porque no puedo poner plata de mi bolsillo para el gasoil", explicó. Esto genera un efecto inmediato: plazas sin mantenimiento y vecinos que reclaman con razón.

A los problemas estructurales se suma la inseguridad. La falta de iluminación en varias cuadras es un reclamo recurrente. "De noche es una oscuridad tremenda", relató Arcuria, quien remarcó que la iluminación también es una cuestión de seguridad.

Pese a todo, el dirigente aseguró que no baja los brazos y que espera una respuesta del municipio en los próximos días. "El viernes me van a dar una respuesta a ver si pueden solucionar ese problema", dijo. Mientras tanto, el barrio Libertad sigue funcionando gracias al esfuerzo de vecinos que trabajan ad honorem, en un contexto cada vez más complejo y con recursos al límite.