En la tarde de LU9 Radio Mar del Plata, charlamos con Facundo Hernández, doctor en Geografía, respecto a el modelo de explotación de playas y la creciente privatización del espacio público costero.

Hernández explicó que el conflicto por el uso de la playa no es nuevo ni puede reducirse a una simple disputa entre lo público y lo privado. "Es un proceso histórico que viene prácticamente desde la fundación de Mar del Plata y que se fue complejizando con el tiempo", señaló, al remarcar que hoy la discusión se reactualiza por la visibilidad que le dan las redes sociales, aunque las tensiones vienen de larga data.

Un modelo histórico que se profundiza

Según el especialista, el actual esquema de concesiones reproduce lógicas propias del mercado inmobiliario en un ambiente natural altamente vulnerable. "Lo que vemos en la playa es la simulación del parcelamiento urbano, pero en lugar de viviendas se alquilan lotes de arena, lo que llamamos unidades de sombra", explicó. En ese sentido, reconoció que la sombra es necesaria desde el punto de vista sanitario, pero advirtió que "otra cosa muy distinta es que esa necesidad derive en un modelo de mercantilización que termina privatizando la playa".

Desde una mirada más amplia, Hernández subrayó que la playa es al mismo tiempo recurso turístico y bien público, por lo que el avance del sector privado reduce el espacio disponible para el uso colectivo y genera impactos ambientales concretos. "Cuando se deja un margen mínimo para la playa pública, se supera la capacidad de carga y se degradan las condiciones ambientales", afirmó.

Urbanización y conflictos en el sur

El geógrafo también se refirió al crecimiento de proyectos urbanísticos y construcciones modulares en sectores tradicionalmente libres, especialmente en el sur de la ciudad. Allí destacó el rol de las asambleas vecinales y ambientales que vienen impulsando reclamos y presentaciones judiciales. "Están haciendo un trabajo extraordinario de gestión del territorio a través del reclamo", valoró.

En ese marco, introdujo el concepto de "acumulación por desposesión", tomado del autor David Harvey, para describir el avance del capital sobre bienes y derechos públicos. "Las playas son bienes públicos garantizados por el Código Civil y Comercial, pero históricamente en Mar del Plata se viene dando una tensión permanente en torno a su apropiación", sostuvo.

El refulado y la falta de playa pública

Consultado sobre el histórico refulado de fines de los años 90, Hernández fue claro: "Cumplió con sus objetivos de expansión y estabilización de la playa, pero lo que terminó ocurriendo fue el avance de las concesiones sobre ese nuevo espacio ganado al mar". Para el entrevistado, el problema no es la erosión en sí misma, sino la ocupación privada habilitada por el Estado municipal. "Que no haya playa pública en una ciudad cuyo principal recurso turístico es la costa es una situación crítica", advirtió.

Impacto ambiental y transformación del paisaje

Finalmente, Hernández detalló cómo las intervenciones anuales y las obras fijas modifican la dinámica natural de la costa. Mencionó el movimiento sistemático de arena para nivelar la playa como una práctica altamente dañina: "Se destruye la verma de tormenta, que es una defensa natural de la costa, y se genera una nueva geografía física artificial".

En ese proceso, sostuvo, la playa deja de ser un espacio natural para convertirse en lo que definió como un "territorio corporativo", moldeado por los intereses empresariales. "Hoy, si uno mira una postal de Playa Grande, lo que predomina no es el mar ni la arena, sino las carpas", concluyó.

La reflexión final deja una imagen potente: el riesgo de que el paisaje costero, símbolo de identidad marplatense, quede oculto detrás de estructuras comerciales, como si una plaza pública se llenara de cercos privados donde el derecho al disfrute colectivo pasa a segundo plano.