En diálogo con "Pasen y Vean", programa que se transmite de 9 a 13 horas por LU9 Radio Mar del Plata, charlamos con Kanki Alonso, integrante de la Asamblea Paren de Fumigarnos, respecto a una nueva denuncia por fumigaciones con agroquímicos en áreas periurbanas, en presunta violación de una orden judicial vigente.

Alonso recordó que el reclamo no es nuevo y que lleva más de 15 años. "Estamos reclamando el derecho a vivir en un ambiente sano, que se ve afectado por el uso de agrotóxicos, sustancias peligrosas incluidas en la ley de residuos peligrosos", explicó. Señaló que la exposición cotidiana, incluso en pequeñas cantidades, "ingresa al cuerpo de manera invisible" y está asociada a enfermedades graves como el cáncer y trastornos endocrinos.

Una prohibición vigente que no se cumple

El referente ambiental subrayó que existe una ordenanza municipal, la 18.740, aprobada por unanimidad en 2008, que prohíbe el uso de agroquímicos en zonas periurbanas, y que esa norma fue reforzada por una medida cautelar de la Corte Suprema de Justicia bonaerense en 2014. "Nuestro municipio tiene una protección reforzada desde el punto de vista legal y jurídico, y sin embargo las distintas gestiones han incurrido en una omisión de cumplir la manda judicial", afirmó.

La denuncia más reciente refiere a fumigaciones realizadas en horarios nocturnos en el campo Estancia La Trinidad, lindero al barrio Félix U. Camet. Según Alonso, esto no es casual: "La municipalidad le dijo a la Corte que tiene solo dos inspectores y un WhatsApp que funciona en horario administrativo. Entonces, lo que se ve es una picardía en crear un vacío en el cumplimiento".

Sin registros ni responsables visibles

Uno de los puntos más críticos, según explicó, es la falta de un registro municipal de productores de la franja periurbana, algo ordenado por la Justicia y nunca implementado. "Una familia es fumigada, va a la sala de salud con problemas respiratorios, pero no sabe quién la fumiga. La municipalidad no tiene registros del campo productivo, no los habilita", denunció.

Alonso también cuestionó que, cuando las causas llegan a la vía penal, "se imputa al aplicador de agroquímicos y no al responsable que lo contrató", lo que distorsiona el control y la sanción efectiva. A su entender, si funcionara el contralor municipal, "no se recargaría el sistema penal y todo andaría mejor".

Falta de voluntad política

Para el integrante de la Asamblea, el problema central es claro: "Lo que hay es una voluntad política para no hacer cumplir la orden judicial". Recordó que el municipio cuenta con una patrulla municipal con guardia las 24 horas y que, además, por la Ley Yolanda, los funcionarios públicos deben tener formación en educación ambiental. "¿Qué impide que constaten una maquinaria agrícola en infracción de una orden judicial?", se preguntó.

Qué pueden hacer los vecinos

Ante una fumigación irregular, Alonso recomendó no actuar en soledad. "De estos problemas nadie se salva solo. Se necesita sí o sí organizarse vecinalmente", sostuvo. Sugirió avisar a la comunidad, registrar la situación con fotos o videos y llamar a la Policía Ecológica, que tiene guardia permanente. El canal municipal, aclaró, funciona solo en horario reducido.

Como dato final, compartió resultados de estudios realizados por la Facultad de Medicina de Mar del Plata, la Universidad de Rosario y el grupo de salud Gesta, que detectaron agroquímicos como glifosato, atrazina y 2,4-D en el 100% de las muestras de agua de lluvia recolectadas en Félix U. Camet. "Es la misma lluvia que cae en el centro de Mar del Plata", advirtió, y remarcó que muchas de esas sustancias generan daños irreversibles en el cuerpo humano.

Un tema sensible, persistente y que vuelve a poner en agenda el rol del Estado local en el control ambiental y la protección de la salud pública.