Gustavo Garzón
Desde este fin de semana protagoniza en el Teatro Auditorium junto a Marina Otero, Fede Barale y Lucia Giannoni, la obra "200 golpes de jamón serrano". La pandemia, el encierro, sus mellizos y la creatividad, en diálogo con LU9.
5 de enero de 2021
"Estoy muy emocionado de hacer este espectáculo en este
momento de la vida de la humanidad y tener el privilegio de poder hacer teatro"
aseguró el actor Gustavo Garzón, quien mañana emprende viaje hacia nuestra
ciudad para este viernes y sábado a las 21:30 realizar las primeras funciones
de la temporada en el Teatro Auditorium junto a Marina Otero, Fede Barale y Lucia
Giannoni, con la obra "200 golpes de jamón serrano".
Tras agradecer a Marcelo Marán como director del Auditorium
y a Axel Kiciloff por la inversión en cultura que permite el funcionamiento del
complejo esta temporada, afirmó que es
un texto que "hago con todo el corazón y es lo más trascendente que hice en mi
vida como actor, en un escenario, lo que más me ha movilizado y más moviliza al
espectador, es muy personal. Tiene que ver con mi vida, con mi persona, mis bondades,
maldades, mezquindades y generosidades, todo muy expuesto; es un espectáculo
anticareta".
Si bien hace tres años la hace "con una continuidad
llamativa" y en cooperativa, considera que en este momento "cualquier cosa que
uno haga en teatro adquiere un significado especial, porque venimos de la
imposibilidad, es salir a la luz" y que "hoy nadie puede esperar del teatro un
resultado económico".
Durante este tiempo que al principio lo "paralizó" como a
todos, "empecé a acomodarme, a encontrarle el gusto, me encontré con mi hogar
que era de paso. Sin pareja ni empleada que me ayude con los mellis la llevé
bastante bien. Di clases por zoom, algo que pensaba que era una chantada al
principio y no quería hacer. Me hice dos grupos, me acerqué más a los amigos. Estoy
desarrollando otro documental, una película de ficción, soy inquieto pero no
salidor".
Como considera que "toda desgracia tiene su beneficio
secundario, pero que termine de una vez", la pandemia como tema le sirvió en su
vida privada "pero tengo otros temas que no me abandonan, que me perturban y me
movilizan más que la pandemia. No se me dio por volcarlo artísticamente porque tengo
cierto rechazo del oportunismo de hablar de lo que pasa. Hay temas más esenciales
al ser humano".
La obra, que cuenta
con dramaturgia y dirección de Marina
Otero, narra como el propio Gustavo Garzón, un actor famoso acostumbrado a trabajar siempre a cambio de dinero, se
acerca a Marina Otero, una bailarina de teatro independiente treinta años más
joven, con la ilusión de hacer una obra que lo saque de su aburrimiento. La
bailarina acepta dirigirlo, con la secreta esperanza de que el famoso le llene
la sala, y el teatro, por fin, le dé de comer. Lo que comienza siendo una obra
sobre la vida de Gustavo Garzón terminará convirtiéndose en un encuentro
imposible entre el teatro y la performance, entre el arte y el dinero. En
definitiva, un choque de planetas donde la fricción entre el "on" y
el "off" dejará a los dos, "out".
La puesta cuenta con asistencia en escena y dirección de
Agustina Barzola Würth y Lucía Giannoni, música original de Fede Barale,
realización escenográfica a cargo de
"Los escuderos", iluminación de Adrián Grimozzi, adaptación de vestuario Chu
Riperto, producción ejecutiva de Marina D`Lucca con textos de Gustavo Garzón y
Marina Otero.
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.