Análisis
Las condiciones para poder generar espacios también son dificultosas en Argentina gracias a la presión impositiva, la falta de crédito y situaciones como la inflación. Sin embargo el país cuenta con atractivo y potencial, analizan desde la UNMDP.
26 de octubre de 2021
"En estos últimos dos años la tasa de creación de empresas
es negativa porque hay más disoluciones que creaciones. Pero con la pos
pandemia se generarán nuevas formas de negocio y cobertura de los lugares que
quedaron sin oferta", indicó en diálogo con LU9 Luciana Barilaro Especialista
en Administración de Negocios y Directora del Área de Administración de la
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar
del Plata.
De acuerdo a lo analizado, considera que "hay que debatir la
presión impositiva de nuestro país porque es uno de los elementos más desalentadores
en la creación de negocios. En la Cámara de la Indumentaria informaron que el
25,5% del precio de prenda es carga impositiva. El financiamiento del Estado se
basa en el iva, que es un impuesto que paga el que menos tiene. Habría que
grabar la manifestación de riqueza o impuestos que se vinculen con la capacidad
contributiva. Y también hay que reveer el impuesto a transferencias financieras,
que tampoco evidencia capacidad contributiva. Ese es el debate que nos tenemos
que dar para pensar en una estructura que sea alentadora a la creación de
empresas".
En los números concretos, en Argentina, cada 2326 personas
se crea una sociedad mientras que en Chile hay una empresa cada 124 personas,
por ejemplo y en Latinoamérica cada 505 personas. Estamos lejos de lo que
sucede en la región. Argentina presenta características históricas negativas como
acceso al crédito y presión tributaria y luego se suma la inflación, la
volatilidad del tipo de cambio y ahora las restricciones asociadas a la
pandemia".
Pese a estas condiciones, "Argentina es atractiva porque
tiene una variedad de recursos naturales y humanos en calidad en término de
educación, de formación y tecnológicos pero tenemos que encontrar una forma en
que estos recursos puedan combinar de la mejor manera posible".
Tampoco las presiones gremiales parecen ser una dificultad: "La
creación de empresas en los primeros años de vida no tiene problemáticas
gremiales porque muchas veces comienzan con los propios dueños en las pymes y
también hay una alta informalidad en cuanto a la incorporación de trabajadores".
Contrario a lo que el imaginario popular puede promover,
según números prepandemia "el rango etario con mayor disposición a emprender
era el de más de 50 años. Pos pandemia vamos a tener información actualizada
sobre el protagonismo de los jóvenes en los últimos 20 meses, lamentablemente muchas
veces por cuestiones negativas como la pérdida de sus trabajos formales".
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