"La idea es convencer al Gobierno de que baje algunas presiones tributarias a las empresas, para que no vayan directamente por el salario del trabajador", explicó Bravo. Según relató, la organización sindical está solicitando que el Estado nacional se involucre activamente en una problemática que afecta a toda la economía regional. "La pesca representa un tercio, o un poquito más, de la economía de la región. No se puede mirar para otro lado", advirtió.

El dirigente también destacó el reciente acuerdo alcanzado en el sector fresquero, que podría replicarse en el resto de la industria. "Firmamos un acuerdo con un monto importante, con una parte no remunerativa, que no es plata en negro, sino un alivio fiscal para las empresas. Estamos esperando que se homologue y, si eso sucede, creemos que ese modelo puede destrabar el conflicto también en el sector congelador", sostuvo.

Bravo planteó incluso una alternativa en caso de que no se avance por vía colectiva: "Si no lo quieren hacer por cámara, que lo hagan por empresa. Ya hay empresas que forman parte de las cámaras fresqueras y que también están dentro del sector congelador. Así que hay margen para destrabar esto".

La preocupación central del SOMU es evitar que la crisis económica actual termine golpeando directamente el ingreso de los trabajadores. "No toquemos más los salarios. Dejémoslos así", pidió con énfasis.

El sindicalista también describió con crudeza la situación de precariedad que viven muchos empleados del sector: "Tenemos el 70% de la gente en calidad de relevo, lo que en otros rubros sería un 'changarín'. Si no labura, no cobra. Y el que cobra, tiene un salario básico de 500 mil pesos. No alcanza ni para pagar los impuestos de la casa".

Además, Bravo agradeció la masiva participación en la reciente convocatoria del gremio en Capital Federal: "Fue un éxito. Mostramos que somos gente de trabajo, que solo queremos salir a trabajar en condiciones dignas. También pedimos que se revise el decreto 340, que afecta a la Marina Mercante. Queremos que sea revertido".

Cerró su intervención con un mensaje para los afiliados: "A los que no pudieron venir, fuerza. Estamos de pie, seguimos luchando por todos".

Las declaraciones de Bravo reflejan un clima de alerta en el sector marítimo, pero también una clara voluntad de diálogo y una firme defensa de los derechos laborales.