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En diálogo con LU9, en la tarde de la radio, Diego Fernández, presidente de la Fundación Mar del Plata Trasplante, analizó las estadísticas favorables con respecto a la donación y trasplantes de órganos en el país y nos contó sobre el trabajo que realizan a diario.
29 de diciembre de 2025
Diego Fernández, presidente de la Fundación Mar del Plata Trasplante, celebró que la temática esté cada vez más presente en la agenda pública y remarcó que "gracias a la comunicación, hoy la donación de órganos es una realidad más visible, que permite salvar vidas y mejorar el acceso al trasplante". En ese sentido, destacó que, aun habiendo alcanzado cifras inéditas, "también es una muy buena noticia la apertura de nuevos centros y programas de trasplante en todo el país".
Fernández explicó que los centros deben atravesar auditorías periódicas del Incucai y los organismos provinciales, donde se evalúan resultados, cantidad de trasplantes y donaciones logradas. "Es un proceso muy complejo, que refleja el trabajo de muchísimas personas", sostuvo, y recordó que la pandemia marcó un quiebre: "Se llegó prácticamente a cero donaciones y trasplantes".
En ese contexto, Mar del Plata tuvo un rol destacado. "Fuimos parte del primer trasplante de hígado realizado en plena pandemia, cuando no salíamos ni de nuestras casas", recordó. A partir de allí, el sistema comenzó a recuperarse y hoy logró superar los niveles de 2019, que hasta ahora eran el punto máximo.
"El camino ascendente volvió para quedarse", afirmó el médico, quien señaló que los programas de proyección del Incucai incorporaron nuevos procesos, como la donación a corazón parado. Se trata de una modalidad más compleja que permite ampliar el universo de donantes mediante una ablación rápida tras el paro cardíaco, siempre bajo estrictos protocolos.
Fernández explicó que el concepto de "donante ideal" también cambió con el tiempo. "Antes se pensaba en personas jóvenes con muerte encefálica por accidentes. Hoy tenemos donantes de mayor edad, incluso mayores de 70 años, con enfermedades previas que antes no se aceptaban", indicó. Esto permitió ampliar las posibilidades y dar respuesta a una lista de espera que supera los 7.000 pacientes.
Con un tono reflexivo, remarcó que "somos todos potenciales donantes" y subrayó el valor de la donación incluso en situaciones de profundo dolor, como los casos pediátricos: "Reciclar la vida y los órganos es un desafío enorme, pero salva a muchas personas".
Consultado sobre la donación intervivo, explicó que en la Argentina está regulada y se limita a donantes relacionados, principalmente familiares. "Es bastante accesible en el caso del riñón", señaló, aunque advirtió que el objetivo sigue siendo aumentar la donación de personas fallecidas para reducir riesgos.
En cuanto a la comparación internacional, Fernández fue contundente: "Nuestro país es pionero. En Latinoamérica estamos a la cabeza junto con Brasil y somos un sistema de referencia, incluso comparados con Estados Unidos o Europa. España sigue siendo el modelo a seguir".
El presidente de la Fundación Mar del Plata Trasplante detalló que un equipo puede involucrar a más de 40 personas y funcionar "los 365 días del año, las 24 horas". Además, desmitificó el robo de órganos: "Es inviable hacerlo de forma clandestina; es algo más cercano a la ciencia ficción".
También señaló las dificultades actuales, como la falta de equipos de ablación en muchas ciudades y la escasa retribución económica. "Es prácticamente ad honorem. Es una elección de vida, pero hoy no está bien reconocida", lamentó.
Para cerrar, dejó un mensaje claro a la comunidad: "Un solo donante puede salvar hasta siete personas. Decir que sí a la donación también ayuda a transitar mejor el duelo, porque queda la sensación de haber ayudado a otros".
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