En diálogo con "Pasen y Vean", programa que se transmite de 9 a 13 horas por LU9 Mar del Plata, charlamos con monseñor Ernesto Giobando, obispo diocesano, respecto a el sentido humanista de la Navidad, la realidad social local y el compromiso con los más vulnerables.

En una charla profunda y cercana, el obispo puso el acento en el valor de lo humano como eje del mensaje cristiano, especialmente en tiempos de dificultades sociales y económicas. "Estamos por celebrar que Dios se hace hombre, se hace humano. Y todo lo humano es el lugar donde tenemos que poner nuestra fuerza", afirmó, al tiempo que definió al Papa Francisco como "un profeta de lo humano".

Giobando destacó la importancia de la cercanía, la compasión y el hacerse cargo unos de otros, valores que -dijo- "son los que nos van a salvar". En ese marco, lamentó que muchas veces el reconocimiento llegue tarde: "A veces, lamentablemente, hay que esperar que alguien se muera para empezar a creer en él o quererlo".

Contrastes de una ciudad rica y desigual

A casi dos años de su llegada a la diócesis, el obispo señaló los fuertes contrastes que conviven en Mar del Plata y la región. "Es un vergel en producción, con el mar, el puerto, el campo, pero esas riquezas contrastan con situaciones muy injustas", describió. Mencionó especialmente la existencia de hogares empobrecidos, niños en riesgo y adolescentes atravesados por el consumo o la desesperanza.

Fiel al estilo que promueve el Papa Francisco, Giobando subrayó su decisión de estar en la calle: "No soy de estar en el escritorio. Hay que estar escuchando, acompañando y ayudando a construir un mundo más humano, con relaciones de justicia y equidad".

Trabajo, pobreza y realidad cotidiana

Consultado sobre los recientes indicadores de desocupación, el obispo reconoció avances, pero advirtió sobre la distancia entre los números y la vida diaria. "Es un gran paso que se haya frenado la inflación porque siempre pega en el bolsillo de los más pobres, pero basta caminar la ciudad para darse cuenta de que hay una pobreza muy grande", sostuvo.

En ese sentido, remarcó la precariedad laboral y la dependencia estacional de la economía local: "Hay trabajo, pero muchas veces es pan para hoy y hambre para mañana. La realidad está y es la que hay que acompañar y transformar".

Navidad: compartir y sentarse a la misma mesa

De cara a las celebraciones, Giobando llamó a recuperar el verdadero sentido de la Navidad. "Navidad no es consumo. No es solo una cena o una sidra. Es compartir", afirmó. Y explicó que la cena comunitaria del 23 frente a la Catedral no busca solo asistir, sino igualar: "No es para que otros coman, sino para compartir la mesa con los más pobres. Eso también alimenta el alma".

Finalmente, destacó la importancia del diálogo institucional y social. Tras un primer contacto con el intendente, aseguró: "No nos metemos en la política partidaria, pero sí nos tenemos que meter en los problemas de la gente y ayudarnos".

Con un mensaje esperanzador, el obispo cerró deseando una Navidad marcada por la cercanía y el encuentro: "Que el Señor se nos haga presente en el pan que compartimos".