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El 16 de junio de 1999, Mar del Plata fue testigo de un hecho histórico sin precedentes: la implosión de una manzana completa ubicada entre las calles Belgrano, Buenos Aires, Moreno y Boulevard Marítimo, frente al Casino Central. La operación, que permitió la creación de la actual Plaza del Milenio, fue ejecutada con precisión quirúrgica bajo la dirección del ingeniero José María Conte.
16 de junio de 2025
A 26 años del derrumbe controlado, Conte revivió aquella jornada en diálogo con LU9 Radio Mar del Plata. "Fue una operación única en su tipo en la ciudad. A pesar de la cantidad de edificios que rodeaban el lugar, no se rompió ni un vidrio", remarcó.
La obra fue impulsada durante la intendencia del profesor Blas Aurelio Primo Aprile como parte de un ambicioso plan de renovación urbana. Pero su ejecución representaba un desafío técnico inédito para Mar del Plata: se trataba de una implosión en pleno centro, rodeada de construcciones históricas, locales comerciales y circulación constante de personas.
"La planificación llevó meses. Hubo que estudiar la estructura, calcular la cantidad y ubicación de los explosivos y coordinar todos los detalles logísticos para garantizar la seguridad. Era una maniobra de altísimo riesgo", explicó el ingeniero, quien dirigió cada etapa del proceso.
La demolición controlada no solo fue una proeza técnica, sino también un acontecimiento que convocó a miles de marplatenses que siguieron la cuenta regresiva desde la Rambla y zonas aledañas. "Había una mezcla de tensión y expectativa. Se trataba de algo completamente nuevo para la ciudad. Solo existía un antecedente similar en el país: la implosión del albergue Warnes en Buenos Aires, que fue ejecutada por una agencia francesa", recordó Conte.
El operativo se desarrolló con éxito total. La estructura colapsó hacia su propio eje, sin generar escombros fuera del perímetro previsto ni daños a los inmuebles colindantes. "Fue un trabajo de ingeniería al más alto nivel. Todo estaba milimétricamente calculado. Se trabajó con cargas dirigidas, y el resultado fue impecable", subrayó el profesional.
La transformación de esa manzana en la actual Plaza del Milenio, con su emblemática fuente y espacio público frente al mar, significó un cambio sustancial en la fisonomía urbana del centro marplatense.
"Hoy, cada vez que paso por ahí, siento orgullo por lo que hicimos. Fue un antes y un después para la ciudad, y una demostración de lo que se puede lograr con decisión política y técnica de calidad", concluyó José María Conte, quien a 26 años de aquella implosión histórica, sigue siendo una referencia indiscutida de la ingeniería local.
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