Con más de 50 años de trayectoria, Ana María Peccioloni destacó que el primer paso en cada consulta es generar un clima de confianza. "Lo primero que hago es presentarme, decir quién soy y que la persona se sienta cómoda, que haya ese feedback entre el que consulta y el que lee", explicó. Sus hijos, ambos psicólogos y también tarotistas, forman parte de este camino familiar ligado a la interpretación y el acompañamiento.

La salud como tema sensible

Uno de los puntos centrales de la charla fue el abordaje de la salud dentro del tarot. "Es un tema muy delicado, yo lo tomo con pinzas", remarcó. En ese sentido, aclaró que nunca realiza diagnósticos médicos: "Yo no doy un diagnóstico, doy un consejo. Si veo algo que no está bien, sugiero consultar a un médico, sin asustar".

Peccioloni subrayó que el tarot funciona como una herramienta de orientación. "Uno da un pronóstico, no un diagnóstico. Es decirle a la persona: si seguís por este camino puede pasar esto; si cambiás de actitud, puede mejorar", señaló.

Consultas de todo tipo

Según contó, las preguntas abarcan todos los temas imaginables. "Vienen por el amor, por el trabajo, por la familia, por el país, por el fútbol. De todo", afirmó, y dejó en claro que para ella no existen consultas sin importancia: "Todas las preguntas son importantes y todos los consultantes también".

Entre las anécdotas más llamativas, recordó el caso de una mujer que la llamó de urgencia para saber qué había pasado con uno de sus gatos. "Tenía 50 gatos y se le había perdido uno. Quería saber si estaba vivo y dónde estaba", relató. Días después, la mujer volvió para confirmarle que lo había encontrado en el lugar indicado. "Hoy sigue consultándome", agregó.

Fútbol y cartas: la copa en la mira

Consultada sobre el fútbol, Peccioloni recordó que antes del Mundial de Qatar ya veía a la Argentina campeona. "Yo siempre vi que se levantaba la copa, y les decía que esta vez no íbamos a fallar", afirmó. De cara al próximo Mundial, se mostró cauta pero optimista: "Veo que estamos muy cerquita otra vez. Hay una posibilidad muy grande".

El año que viene, según el tarot

Respecto al 2026, la tarotista fue clara y sin eufemismos. "Va a ser un año difícil, va a costar acomodarse y terminar con lo anterior", anticipó. Según su lectura, recién a mitad de año podría verse una mejora: "Ahí vamos a empezar a salir adelante". Y graficó el momento con una imagen bien criolla: "Es como la vaca empantanada, hay que empujar fuerte para salir".

Tradición y comunidad tarotista

Peccioloni trabaja con los mazos tradicionales de Marsella y Rider-Waite. "Uno del primer amor nunca se olvida. Yo empecé con Marsella", contó, y explicó que hoy utiliza ambos sistemas.

Sobre el cierre, destacó la creación de la Asociación de Tarotistas (ATA). "Antes era una profesión muy solitaria. ATA no es gremial, es para que el tarotista no se sienta solo. La unión hace la fuerza", concluyó, invitando a quienes ejercen la actividad a sumarse a la iniciativa.