En diálogo con "Pasen y Vean", programa que se transmite de 9 a 13 horas por LU9 Mar del Plata, hablamos con Caterina Delera, movilera de la emisora, respecto a un grave hecho de inseguridad ocurrido en el barrio San José, que terminó con un delincuente muerto tras un intento de robo.

El episodio tuvo lugar en la esquina de Quintana y 20 de Septiembre, donde funciona un tradicional almacén del barrio. Según relataron vecinos a la movilera, el hecho ocurrió "entre las 10:30 y las 11 de la noche" y se escucharon "entre tres y cinco disparos". Aún en horas de la mañana permanecían rastros de sangre en la vía pública, mientras trabajaba la Policía Científica y un patrullero custodiaba la cuadra.

De acuerdo a la información recabada en el lugar, el comerciante se defendió durante el asalto y resultó herido en la cabeza, por lo que debió ser asistido por una ambulancia del SAME. "Uno de ellos murió fuera del almacén, cuando intentó escapar", señalaron testigos. Una vecina habría sido clave al salir a pedir ayuda y advertir que llamaría a la policía, lo que aceleró la llegada de los efectivos.

El comerciante, en libertad

La causa quedó en manos de la fiscal Romina Díaz, quien dispuso que el comerciante permanezca en libertad mientras se analizan las cámaras de seguridad y el resto de las pruebas. "Por el momento lo dejó libre hasta tener las imágenes", explicó Delera al aire.

El caso reavivó el debate sobre la inseguridad en un barrio que, según los propios vecinos, cambió en los últimos años. "Hace casi dos años empezó fuerte la inseguridad, cosas que antes no pasaban", relató un vecino que pidió resguardar su identidad. Robos a transeúntes, motos sustraídas y entraderas forman parte de una seguidilla de hechos que generaron temor, especialmente durante la noche.

Miedo cotidiano y reclamos

El vecino describió un clima de creciente preocupación: "Las chicas vuelven a la noche, escuchan una moto y se paralizan". Si bien reconoció la presencia de patrulleros, sostuvo que "no alcanza" para disuadir el delito.

En su testimonio, también hizo hincapié en el impacto humano del hecho: "Que la justicia actúe como tiene que ser y defienda a las personas que laburamos", pidió, al tiempo que reflexionó sobre la carga emocional que implica un episodio de este tipo. "Aunque sean agresores, cargar con la muerte de otro no se borra más de la cabeza", afirmó.

La situación expone una vez más la tensión entre la legítima defensa, la inseguridad creciente y el costo personal que enfrentan quienes trabajan de noche para sostener su comercio y brindar un servicio al barrio. Un debate abierto que, tras este hecho trágico, vuelve a poner en vilo a toda la comunidad.