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En diálogo con LU9 Radio Mar del Plata, Juan Manuel Bustamante, delegado de ATE en el Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur (INAREPS), denunció el grave deterioro que atraviesa el sistema de salud pública y, en particular, el impacto que sufren los trabajadores del área de rehabilitación. "Nos están pegando por todos lados", advirtió, al tiempo que describió una realidad de precarización, ajustes y falta de respuestas por parte del Gobierno.
17 de julio de 2025
"Somos el único hospital público en todo el país dedicado a la neurorehabilitación. Desde una persona en situación de calle con traumatismo de cráneo hasta un accidentado en la ruta, todos terminan acá. Y sin embargo, tenemos que salir a reclamar para que reconozcan nuestro trabajo", expresó Bustamante durante la entrevista.
La jornada de reclamo se enmarcó dentro del paro federal de salud. En el caso del INAREPS, se realizó una actividad frente al ingreso del hospital, ubicado en la calle Vértiz, con participación de trabajadores de ATE, otros gremios y asociaciones de pacientes. "Queremos visibilizar que lo que hacemos es salud pública, y es absolutamente necesario", explicó.
Bustamante denunció que, además de la falta de actualización salarial, se están implementando cambios que precarizan aún más las condiciones de trabajo: "A los residentes les cambiaron el marco legal y ahora pasarían a ser becarios. Eso implica que quedan sin aportes, sin obra social, sin derechos. Es una vergüenza".
También alertó por el posible veto a la Ley de Emergencia en Discapacidad. "Eso nos afecta directamente. El INAREPS está atravesado por la discapacidad en cada servicio. Y además, se están demorando insumos claves: no se entregan sillas de ruedas, faltan medicamentos. El proceso de rehabilitación completo está siendo afectado", señaló.
A pesar del contexto adverso, Bustamante destacó la vocación del personal del hospital: "La mayoría de mis compañeros no trabaja por plata. Lo hacemos por vocación de servicio, por la voluntad de ayudar. No importa quién esté en la dirección o en el Gobierno, nuestro objetivo es rehabilitar a las personas".
En la actualidad, el INAREPS cuenta con 70 personas internadas. A pesar de la protesta, el delegado aclaró que la atención no se interrumpió. "Los compañeros de enfermería atendieron a los pacientes y luego se sumaron a la protesta. Lo mismo ocurrió con quienes están en consultorios o en las terapias. Tratamos de no afectar a nadie. Pero necesitamos ser escuchados", afirmó.
La entrevista concluyó con un llamado a la conciencia social: "La gente que pasa por Vértiz, que nos ve hoy en la puerta, tiene que saber que no estamos pidiendo privilegios. Queremos que se reconozca nuestra tarea y se nos dé la posibilidad de brindar un mejor servicio. Porque un día cualquiera, cualquiera de nosotros puede necesitar del INAREPS".
Las palabras de Bustamante reflejan la tensión creciente en el sistema sanitario nacional, particularmente en áreas estratégicas como la rehabilitación, donde el compromiso profesional sigue sosteniendo un servicio de excelencia pese a la falta de políticas que lo garanticen.
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